jueves, 26 de octubre de 2017

Cupcakes con cristales rotos para Halloween


Faltan muy pocos días para que llegue Halloween! me encanta esta fiesta, ya lo sabéis! no sé desde cuándo ni de dónde me viene esta afición por Halloween, quizá sea por la serie Sabrina que veía de pequeña o por la serie Embrujadas, o de todas las pelis de terror que he visto y que me encantan, aunque luego me cueste dormir del miedo que me dan...


Y es que según se va acercando siempre pienso...tengo que hacer una receta para el blog pero que de mucho miedo, con mucha sangre y que sorprenda!

Y creo que este año lo he conseguido! Llevaba ya bastante tiempo con la idea de hacer esta receta y este año me he dicho, venga! hazla! que va a quedar muy chuli!


Aunque parezcan de verdad, son cristales de azúcar, lo prometo! no me he vuelto loca! y dan el pego oye!

La sangre, por supuesto, también es totalmente comestible. Estuve pensando en la receta perfecta para que pareciera sangre real y lo conseguí! o al menos se le acerca bastante :)


Aunque pueda parecer difícil no lo es, de hecho es bastante sencilla, lo único que se puede complicar un poco es la parte de los cristales de caramelo y si tenéis un termómetro especial es pan comido!

Los cupcakes son los básicos de vainilla, pero podéis usar vuestra receta de cupcakes favorita y ponerles la cobertura que más os guste, en mi caso hice buttercream de queso crema. 



No me enrollo más, ¡vamos con la receta!

Cupcakes de vainilla (12 cupcakes grandes, de unos 6 cm de diámetro)

100 g de aceite de oliva suave.
200 g de azúcar blanco.
250 g de harina e repostería.
4 huevos.
1 yogur griego (unos 120 g).
1 sobre de levadura química.
2 cucharaditas de extracto de vainilla.

Tamizamos en un bol la harina con la levadura y reservamos; mientras, en otro bol, mezclamos el aceite con el azúcar y vamos añadiendo los huevos uno a uno hasta que queden bien integrados en la masa.

Después añadimos el yogur y la mezcla de la harina (poco a poco) y removemos. Añadimos por último la vainilla y seguimos removiendo durante unos minutos más.

Repartimos la mezcla en los moldes, llenándolos solo 3/4 partes, y los metemos, unos 15 o 20 minutos, en el horno previamente calentado a unos 180ºC. Para comprobar que los cupcakes están listos podemos introducir un palillo en uno de ellos y si sale limpio es que ya están!

Los sacamos, dejamos reposar 10 min y los pasamos a una bandeja de rejillas hasta que enfríen por completo.

Buttercream de queso crema

225 g de queso crema (tipo Philadelphia).
75 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
100 g de azúcar glass.
1 cucharadita de extracto de vainilla.

Batir la mantequilla e incorporarle el azúcar glass poco a poco (cuidado con la nube de azúcar!) y batir durante unos minutos. Después añadir el queso de una sola vez y batir durante unos minutos más a alta velocidad. Por último añadir la vainilla y seguir batiendo un poquito más.

Ahora que ya sabéis hacer los cupcakes y la cobertura vamos con lo más divertido...la sangre y los cristales!!

Sangre comestible

Agua (1/4 de vaso aproximadamente).
Azúcar glass (aproximadamente el doble que de agua).
Unas gotas de limón.
Colorante en pasta rojo y azul.

Para conseguir la sangre simplemente debemos hacer una glasa. 

En un bol pequeño ponemos el agua y las gotas de limón y vamos añadiendo azúcar glass y removiendo hasta conseguir la textura deseada, las cantidad de azúcar es un poco a "ojo", tenéis que ir añadiendo hasta que veáis que conseguís una densidad similar a la sangre.



Una vez que tengamos la glasa con la densidad que queremos le añadimos el colorante; yo he usado colorante en pasta rojo y azul.

Debéis echar muy poquito, sobre todo del azul, ya que el colorante en pasta es muy potente, con mojar la punta de un palillo será más que suficiente.



Mezclamos bien hasta conseguir un color homogéneo y listo! ya tenemos nuestra sangre falsa, aunque parece muy real, ¿no creéis?

Si la dejáis mucho tiempo al aire sin remover se secará un poco, debéis removerla de vez en cuando o cubrirla bien con papel film en contacto con la glasa, así no se secará.

Cristales de azúcar

250 ml de agua.
400 g de azúcar blanco.
125 ml de sirope de maíz.
1/4 de cucharadita de cremor tártaro.

 *El sirope de maíz lo podéis encontrar en tiendas de alimentación chinas o en tiendas de repostería (aunque en las tiendas de alimentación chinas es mucho más barato y es lo mismo solo que con letras chinas! jeje).
*El cremor tártaro lo encontraréis en tiendas de repostería, pero podéis sustituirlo por una cucharadita de vinagre blanco o no echarlo.

Ponemos todos los ingredientes, sin remover, en un cazo alto y llevamos al fuego medio alto (mi fuego son 6 niveles y lo puse en el 4).

Es importante que tengáis un termómetro especial para medir azúcar (lo podéis encontrar en tiendas de cocina y repostería por unos 10€) ya que cuando la mezcla alcance una temperatura de 145-150º C debemos retirarla del fuego. Tened paciencia ya que se tarda unos 40 min en conseguir esa temperatura, pero estad atentos porque cuando alcance los 120°C empezará a aumentar bastante rápido.

NOTA: Yo hice dos tandas de cristales porque me pareció que en la primera quedaban un poco amarillentos; la segunda la dejé hasta unos 143ºC en lugar de a 150ºC y quedaron casi transparentes.

Retiramos del fuego, esperamos unos segundos a que vayan desapareciendo las burbujas de la cocción y removemos un poco, suavemente, con un tenedor para quitar todas las burbujas, de este modo conseguiremos que nuestros cristales queden lo más reales posibles.



Forramos una bandeja con papel de horno y vertemos la mezcla (cuidado que las quemaduras con caramelo son muy dolorosas!).

Debemos intentar que nos quede con un poquito de grosor, unos 3 milímetros.



Dejamos que enfríe; entre 25 y 40 min estará listo, ahora ya solo debemos cubrirlo con papel film y con un martillo damos varios golpecitos para romper el azúcar y conseguir cristales!!

¿Cómo montamos los Cupcakes?

Esta parte es la más sencilla y también la más divertida!

En primer lugar cogemos el cupcake y le cortamos la "barriguita" para que quede liso. Añadimos un poco de buttercream, no es conveniente añadir demasiado.



Ponemos unas gotas de nuestra sangre comestible, escogemos los cristales que más nos gusten y los pinchamos sobre el cupcake, después añadimos unas gotas más de la sangre comestible. 



NOTA: se pueden conservar en un lugar fresco y seco, la humedad y el calor les afecta bastante. Lo ideal es colocar los cristales en los cupcakes en el momento de servirlos ya que no se pueden mantener en la nevera y la humedad de la buttercream tampoco les va muy bien, aunque he de decir que yo dejé los cupcakes fuera de la nevera (estos días que hace fresquito no pasa nada) y el caramelo estaba perfecto.



Y ahora si que sí ya están terminados nuestros cupcakes con cristales rotos!

Personalmente creo que impresionan bastante, entre la sangre, los cristales clavados...Halloween total!



Y lo mejor de todo es que no solo son terroríficos, si no que están deliciosos!

¿Qué os ha parecido la receta de hoy? ¿Os animáis a hacerla para la noche del 31? es muy fácil!

¡Besos!


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